domingo, 20 de enero de 2013

2013-01-07

Lo bueno de dormir en un hotel de carretera es que para hacer dedo no tienes que caminar mucho. ¡Pero qué frío ha hecho en Loja esta noche! Y perduraba por la mañana... la hierba de los campos que pegan a la autovía tenían gruesas chaquetas de hielo encima. El sol aún no daba en esa parte del mundo.
A lo sumo habremos esperado 40 minutos, pero nos ha faltado poco para que el dedo que hace dedo no se nos petrificara. Finalmente, Carlos, que hablaba por teléfono a la entrada de carril de incorporación de la autovía, nos ha dado las luces, en señal de que nos acercásemos. 
¡Qué calentito se estaba en su cómodo cochazo! Otro hombre que se ha mostrado interesado en nuestro viaje y que incrédulo de nuestras palabras, nos ha dado su tarjeta para que le enviásemos un e-mail si llegábamos a casa a tiempo para dar nuestra clase de yoga al día siguiente.
Carlos no iba mucho  más allá que Granada, sin embargo, se ha saltado su salida tan solo para dejarnos en un mejor sitio para nuestra tarea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario